Ha llegado un momento en el que me siento tan hecha polvo y tan sola que debo tomar decisiones dolorosas.
A un amigo que me apoyo en los malos momentos debo decirle adios, lo aprecio y no debe de sufrir por preocuparse por mi.
A esa persona especial a la que le prometi no volverlo a hacer, a esa persona a la que quiero mas que a mi vida, debo expulsarla de ella, no puedo permitir que se preocupe mas por mi, por una persona que no va a hacerle ningun bien.
Madurar es aprender lo que hay que hacer y las consecuencias de aquellas cosas que hacemos.
Con gente preocupandose por mi me siento sola, cuando las expulse de mi vida, por su bien, me sentire aun mas sola y peor pero no hare daño.