Ella era una chica alegre, con una bonita melena rubia, unos ojos color caramelo y una sonrisa siempre dibujada en la cara.
Todo el mundo decía que ella parecía una princesa.Y aunque por su aspecto no lo pareciera una de sus pasiones era luchar.
Pero un día, nadie sabe que pasó, su melena se volvió negra, el marrón de sus ojos se oscureció, su alegría se desvanecio y verla sonreír era casi imposible.Sus gustos ocultos salieron a la luz, su vestimenta se volvió completamente negra y la soledad se volvió su mejor amiga.
Al principio era infeliz, luego aprendió a convivir con su nuevo yo.
Ahora la llaman loca, rara, sadica, gore y suicida.Y ella lo toma como cumplidos por ser ella misma.
sábado, 12 de abril de 2014
Historia real
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